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UP ALL NIGHT .Canto aunque lo haga fatal. Me gusta hacer fotografías artistícas. Soñadora compulsiva. Creo que los sueño se pueden cumplir. Directioner. Hago los deberes con música.. acabo bailando frente al espejo. Me gustan las palomitas de mantequilla. Adoro leer. @SaraaTQ :)

25 nov 2011

Mi semanita + Día contra el maltrato.

Bueeeeeeeenas!
Tengo mucho frío.
Mucho, mucho muuucho frío :( Estoy helaada
Bueno, que tengo poco tiempo (si me voy a morir)
Haber, empecemos mi semana :)
El lunes? Aburrido
El martes? A mi y a mi astucia se nos olvidó ir al tenis ^^
El miércoles? Fuimos el lugar en el que estan todos los autobuses de Sevilla ^^No, muy aburrido.
El jueves? Muy aburrido?
El viernes? Me desperté a las cinco y media, de la mañana. Sí, no podia dormi :S Y yo voy y me pongo a estudiar sociales :D A las 6.00 me puse a ver 'El diario de Carlota' en canal+ con mi papi, porque es es MUY madrugador >.< Y a las  7 mi mami me preparo el desayuno y a las 7.30 terminamos de ver la peli :D

Y bueno, si no lo sabe, hoy es el día contra el maltrato (en España, no se si en mas lugares). En mi instituto a la entrada estaban dado lacitos morados con un picho pa ponertelo, yo me lo puse, pero lo he perdio e.e
Bueno, llevamos ya 54 mujeres muertas a manos de hombres en lo que lleva de año. Es.. WTF?

La cosa es que mi hermanito querido hizo un texto contra el maltrato muy muy monoso, entonces yo se lo plagia y lo pongo.
No, no se lo plagio porque toy diciendo que es suyo haber xD Es larguito eh :)


HABITACIÓN 215


En la habitación 215 de aquel hospital estaba Pepe García. A sus ochenta y cincos años, la vida le citaba por última vez en aquella habitación. Cancer terminal. No se tomó la noticia con sobresaltos, temeroso de Dios, sabía que a todos nos llega nuestra hora.

Era él hombre sencillo, hombre de los de antaño. En el colegio estudió lo básico para su trabajo en la fábrica. Hijo de campesinos, recordaba con nostalgia el pueblo de su niñez. Por muy fuerte que se creyese, su corazón se apagaba día a día. Como hombre a las puertas de la muerte, solo le quedaba su historia, esa que nos acompaña a cada uno de principio a final, y nos hace ser lo que somos.

Una historia que empezaba en un pueblecito perdido donde nació y se crió. Recordaba que pese al hambre de la posguerra, su infancia tuvo momentos buenos: los juegos por el monte, bañarse en el río los calurosos días de verano, el amor de su madre... También recordaba como le pegaba su padre cuando hacía una travesura, y cómo le pegaba a su madre cuando discutían. La primera vez debió ser cuando el era muy chico, porque ni siquera se acordaba. Ella le daba pena. Su inocente cabecita infantil decía “Yo no lo haré nunca, no es de valientes”. Para cuando se hizo mayor las palizas ya era normales. Para aquel mozo no tenían nada fuera de lo corriente.

Recordaba como a sus jóvenes años había conocido a una chica, la dulce Lucía ¡Qué alegría le daba su risa y sus besos! Cuando su aliento se cruzó con el suyo supo que nunca se querría separar de ella. Le daba igual lo que pasase, él siempre le amaría. Decidido, una tarde de verano le pidió matrimonio, y se casaron, y tuvieron hijos, pero no comieron perdices precisamente.

Al poco tiempo empezó en la fábrica. Su jefe era un auténtico idiota, por mucho que se esforzara no avanzaba en la jerarquía, eso le frustaba y en casa se notaba. Un día, una palabra inoportuna en la boca de Lucía produjo el primer golpe. Pepe hacía tiempo que había dejado de ser aquel niño. Poco a poco los te quieros dejaron paso a las malas palabras y las palizas. Siempre estaba cabreado, cualquier cosa le hacía saltar, el mundo laboral le había convertido en un gruñón y en un amargado, y no supo llevar ese peso.

Entonces meditando, Pepe se dio cuenta que se podía haber ido, pasaba mucho tiempo trabajando, pero por qué no lo hizo. La respuesta era sencilla, ella se la dijo mil y un veces “Se que puedes cambiar, se que vas a cambiar”. Simplemente ella le amaba incondicionalmente, ella no olvidaba al Pepe de su juventud. Lucía llevaba diez años muerta. Pepe se dio cuenta, lo que le había matado no fue la enfermedad, si no sus palizas. Su cuerpo se rindió por su culpa. Y su mente, su mente se rindió por su maltrato, por sus palabras desconsideradas. Comprendió que la vida de Lucía fue un tormento desde su primer golpe, que él le habia quitado la vida sin matarla. Ella siempre le amó. Él y solo él pudo devolverle su sonrisa y su vida y no quiso, por tonto y por falta de empatía. Pensaba “Imbecil tu eres imbecil, esque no tienes otra palabra imbécil, te das cuenta de esto ahora” una y otra vez. Entonces, quiso cambiarlo todo, quiso abrazarla y decirle que iba a cambiar, que todo iba a ir bien, pero nada podía cambiar, la vida ya se había acabado para los dos, Lloró, lloró como un niño, o más bien, lloró como un hombre arrepentido.

Entre sollozos pensó, y encima mi hijo va a seguir mis pasos, como yo los seguí de mi padre. Y tenía razón, de eso también se dio cuenta aquel día. Su hijo ya había golpeado a su mujer, había algo que salvar. La herencia de Lucía y de su mutuo amor, su hijo. No iba a consentir que cometiera sus mismos errores.

Al entrar su hijo en la habitación, le dijo con la sabiduría de aquel que no le queda nada por vivir.
-Hijo, en esta vida se pagan rodas las cosas. Escúchame bien esto que te lo dice tu padre en las últimas. No le vuelvas a levantar la mano a tu esposa. Es buena chica y sobretodo te quiere, y aún si no lo fuera, ¡no tienes derecho a maltratarla! No cometas el error que cometió tu padre. Mírame, más muerto que vivo. Recuérdalo, el amor que no se demuestra no vale una mierda”

Su hijo, que no era tonto, se sorprendió por la palabras de su agónico padre. Esas palabras se le metían en la cabeza. Noche tras noche las meditaba con la almohada. Entonces fue cuando llegó a la conclusión de que debía ser justo, y no pagar sus problemas con ella. En vez de ser un problema mas para su mujer ser una ayuda. Perdoname por lo de tu madre.

A partir de entonces todo cambió. Su hijo, y quizás su nieto, se salvaron de la indecorosa placa que lleva el maltratador. Todo gracias a unas palabras a tiempo. Al poco, el corazón de Pepe se paró.

FIN 

Mañana me voy a Doñana *__* I'm happy :D
Bueno, que no me puedo pasar por blogs que tengo que recoge el cuarto -.-
1besaazo! 

3 comentarios:

Melissie dijo...

Una semanita como la de todos me temo... bueno, menos la parte en la que ves la peli con tu padre y tu madre te prepara el desayuno. Yo ni veo la tele ni me prepara el desayuno mi madre xD
Tú hermano escribe muy bien :)

Anónimo dijo...

yo también quiero ver esa peli jajaja pero no a las 5:30 de la mañana jajajajaj :)
Pos no sabía lo de ese día jajaj, ahora ya si, ah, no he podido leer el texto, no me da tiempo, pero lo he guardado para leerlo. Unb besazo madrugadoraaa :)

Anónimo dijo...

Me encanta como escribe tu hermano*-* No conozco esa película ._. Que te vaya bien en Doñana (sea lo que sea xD)